miércoles, 25 de junio de 2008

Científicos descubren cómo la amiba que causa la disentería evade el sistema de inmunidad

Washington, 14 jun (EFE).- Un equipo de investigadores descubrió una enzima que puede ayudar a que la amiba, que causa la disentería, evada el sistema de inmunidad del cuerpo, según un artículo que publica la revista Genes and Development.(Publicidad)Cada año, unos 500 millones de personas en todo el mundo sufren la infección con el parásito que causa la disentería, un problema de salud global que entre las enfermedades infecciosas ocupa el segundo lugar sólo después de la malaria."Ésta es la primera enzima identificada que aparentemente puede evadir al sistema de inmunidad del cuerpo", dijo Sin Urban profesor de biología molecular y genética en la Universidad John Hopkins, en Baltimore (Maryland).La enzima, denominada EhROM1, es parte de un antiguo grupo de proteínas, que se encuentra en todo tipo de vida desde las bacterias hasta los humanos, conocidas como enzimas romboides.En la mayoría de los animales, las enzimas romboides parecen desempeñar un papel en la comunicación de célula a célula, pero hace un par de años Urban descubrió que los parásitos de la malaria usan las enzimas romboides para un propósito más siniestro: la penetración en células anfitrionas.Esto llevó a su equipo a estudiar el ácido desoxirribonucleico de otros parásitos, para ver si alguno de ellos también tenía genes que codifican las enzimas romboides. Los investigadores encontraron que la amiba que causa a la disentería, conocida como Entamoeba histolytica, contiene una enzima romboide y la denominaron EhROM1."Los parásitos que causan la malaria, llamados plasmodia, se sujetan a la célula anfitriona y se abren paso hacia dentro", explicó Urban y añadió "una vez adentro usan las enzimas romboides para liberarse".Pero las amibas no entran en las células para causar la disentería, por eso el equipo de Urban se propuso determinar cómo esos parásitos usan la EhROM1.Primero identificaron las proteínas que la enzima fracciona, buscando proteínas de la amiba que tengan marcas estructurales similares a las que cortan de los romboides de la malaria.Encontraron estas marcas en una familia de proteínas, las lectinas, que se encuentran en las superficies celulares. Los investigadores pusieron ambas proteínas en las células y verificaron que la EhROM1 corta una lectina particular, y que cuanta más enzima agregaban más piezas de lectina resultaban.Cada célula tiene en su superficie proteínas que pueden ser reconocidas por el sistema de inmunidad, que constantemente vigila el cuerpo en busca de intrusos, y las amibas no son diferentes.Para evadir el sistema de inmunidad las amibas transfieren todas las proteínas de su superficie a la parte de atrás de la célula y luego, como un camión volcador, derraman en estas proteínas el fluido que la rodea.El estudio encontró que la lectina es una de las proteínas que durante la invasión del sistema de inmunidad pasa hacia la parte de atrás y está oculta por la misma.Por eso los investigadores que colaboraron desde la Universidad Stanford analizaron si la enzima EhROM1 sigue a la lectina, y encontraron grumos de EhROM1 en las aglomeraciones de proteínas de superficie a la espera de ser liberadas.La investigación y sus conclusiones podrían llevar a nuevos tratamientos de una de las enfermedades más prevalecientes en el mundo.

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